Presidente congolés Félix-Antoine Tshisekedi Tshilombo abogó por el multilateralismo para solucionar conflictos como el que involucra a Rusia y a Ucrania, y detener el genocidio en la Franja de Gaza.

El presidente de la República Popular Democrática del Congo, Félix-Antoine Tshisekedi Tshilombo, defendió este miércoles el multilateralismo y el respeto a un mundo basado en reglas, cuestiones clave para preservar la paz y la prosperidad globales, al tiempo que rechazó el incremento de discursos que promueven la agresión armada y el pillaje de recursos naturales.

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El mandatario intervino durante el 79 periodo de sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En ese escenario subrayó que el multilateralismo reviste una importancia crucial en esta etapa crítica para proteger al planeta, la sociedad civil y los derechos humanos.

Instó a practicarlo para dar solución a conflictos como el que involucra a Rusia y a Ucrania, así como detener el actual genocidio en la Franja de Gaza.

Aseguró que Naciones Unidas es un actor indispensable ante desafíos globales como el cambio climático, la inseguridad, las pandemias y la migración.

Llamó a revitalizar el multilateralismo mediante reformas a aspectos clave de la Carta de las Naciones Unidas en cuestiones como el Consejo de Seguridad, el derecho de veto y el uso de la fuerza.

Solicitó que se creen dos asientos permanentes en dicho ente para los países africanos. Recordó que la RDC fue miembro no permanente del Consejo y solicitó el apoyo de la comunidad internacional para su reelección.

Llamó a cerrar la brecha digital, lo cual a su juicio supone un gran desafío y requiere reformas globales, entre ellos modificar la actual arquitectura financiera internacional.

Expresó que resulta preocupante la situación al este de la RDC debiddo a la crisis humanitaria creada por el grupo armado R23, vinculado a Ruanda, cuyos ataques y crímenes han ocasionado más de siete millones de desplazados.

Instó a aplicar sanciones contra Ruanda y a que las tropas de ese país se retiren de suelo congolés. Trasmitió el compromiso de su Gobierno con garantizar la paz duradera y el bienestar de las comunidades afectadas, además de aplicar un plan de desarme-desmovilización-reinserción y la generación de capacidades de desarrollo.

Afirmó que su país no renunciará a su integridad territorial ni a su soberanía, y que hará cuanto esté a su alcance para retomar el diálogo con Ruanda, fomentar un clima de confianza entre ambas naciones, y evitar que el conflicto alcance carácter regional.

Definió al terrorismo como una amenaza para la paz, la seguridad y la estabilidad globales. Explicó que la violencia extremista que sacude al este del Congo está asociado al robo de recursos naturales. Es imperioso que la ONU aplique duras sanciones contra quienes lo promueven, urgió.

Refirió que desde 2019 su Gobierno ha promovido mayor acceso a la educación (la gratuidad ha beneficiado a más de cuatro millones de niños), cobertura sanitaria, igualdad entre los sexos, la construcción de más infraestructuras y un proceso de industrialización, aunque son profundas las heridas dejadas por siglos de pobreza y desigualdad.

Explicó que, además, se promueven reformas para mitigar la deforestación e incrementar el empleo de energías renovables.

En ese sentido, solicitó más apoyo financiero y técnico del exterior para avanzar en adaptación al cambio climático. Apeló a la cooperación internacional para desarrollar las infraestructuras necesarias que permitan una transición energética sostenible con más inclusión social y reparto equitativo de los beneficios del progreso.

Además, instó al Consejo de Seguridad de la ONU a incorporar la seguridad climática a sus discusiones, habida cuenta del impacto de la crisis climática en los desastres naturales y los conflictos armados.

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